Caelum cafetería tetería Barcelona

Todo lo coquinario y vinícola llega un momento en que tiene un aire sacro y el alma ha de recogerse toda en lo que Paracelso llamaba ‘la cámara olfativa’. En los conventos fabricaban vinos de gran calidad junto con licores curativos; que sabios monjes elaboraban rezando en silencio conventual, mientras contemplaban con arrobo los alambiques y guardaban sus secretas recetas dentro de sus muros. Y con tres salves, un padre nuestro y la gracia de una mano se hace el milagro en la cocina después de soñarlo la madre superiora. Dulces de calabaza que te da gloria bendita. Pastelillos de toronja. Trufas de chocolate. Rosquillas. Magdalenas. Lunitas. Cortadillos de hojaldre. Pestiños. Yemas de Santa Teresa. Empanadillas de manzana. Glorias de albaricoque. Bizcochos de canela. Torta de la Sierra. Licor de Eucaliptine. Vino de naranja. Mermelada de melón, canela y limón. Confituras y gelatinas de rosas y jazmín. Miel de milflores. Huesos de San Expidito. Leche frita. Manto de monja. Obispos. Pan de caridad. Panellets de todos los santos. Polvorones. Rosas de Santa Catalina. Suplicaciones. Suspiros de monja. Tocinillo de cielo. Turrones. Yemas de San Leandro. Bienmesabe. Flan de cerezas de la Ascensión. Higos en almíbar. Cabello de ángel…

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